DANTE LECCA, LA PERSISTENCIA POETICA
Dante Lecca es el poeta Chimbotano que más libros ha publicado y por lo tanto el que mayor contacto ha tenido con el público lector. En esta oportunidad nos vamos a referir sólo hasta la producción de su antología “Piel dispersa” de 1996. Él Inicia su trayectoria literaria en 1974 con su libro “Adolescere”, cuando aún tenía 17 años de edad; de ahí reaparece con “El cedro de cemento” en 1981; al que han de seguir “Del cráter al pie de mi cama” en 1984, “Diálogo con un orfebre” en 1987, “Apretón de manos y otros poemas” en 1992 y “Poemas del sur” en 1993. Además de estas publicaciones, que aportan al corpus poético de Chimbote, hay que considerar que entre 1980 y 1982 conduce la revista Cultura Obrera, a través de la cual asumió el objetivo de desmitificar la poesía como expresión de una actividad academicista e instaurar un espacio literario dinamizado por los obreros comprometidos con la transformación social. De igual manera, debemos señalar que ha sido considerado en diversas antologías siendo las más importantes: “Lectura de 8 libros de la poesía peruana joven 1980 - 1981” de Edgar O’hara, quien también lo considera en “Poesía joven del Perú” publicado por la Universidad Autónoma de México y la de Ricardo Falla y Sonia Luz Carrillo, quienes lo consideran en la muestra de la poesía peruana “Proceso de la realidad” consignada en 1987 y recientemente, Macedonio Villafán, en el año 2000, lo ha considerado en su antología de la poesía ancashina “A mar y nieve” , publicado por lluvia editores. A esto debemos agregar su presencia significativa en diversas revistas literarias de importancia nacional y local.
La década del 80 es la que va a incidir en él de manera determinante. En esos años Chimbote sigue siendo un puerto que gira económicamente en torno a la pesca y a la siderúrgica, el comercio y los talleres mecánicos. La desocupación, la veda, la migración, las huelgas se siguen dando como una constante intermitente. Aquí es donde su diversidad laboral, su destino errante, su experiencia sentimental, su tendencia política y su sensibilidad le permiten concretar una poesía que se ajusta a un post-vanguardismo tendiente hacia una representación objetiva del hombre con sus acciones y sus circunstancias; siendo por ello uno de los pocos poetas chimbotanos que toman a este puerto, con sus implicancias sociales y geográficas como el eje temático de su creación, ahí están presentes la fábrica, los obreros, el muelle, el mar, la ciudad, su gente, el arrabal; con todas sus aristas de discriminación, explotación y modos de supervivencia, haciendo uso de la opción que le otorga la crónica, la anécdota, la descripción con un coloquialismo que a veces asume lo hímnico y lo épico, y en donde lo lírico también se suma a la búsqueda de optar por el rompimiento de un tradicionalismo poético, al tratar de introducir un lenguaje más asequible al lector. Su voz trata de ser contestataria y reflejar una atmósfera urbano-marginal con una actitud política definida que lo lleva a plasmar una poética en donde a veces sobresale los aspectos conceptuales tornándola superficial y dogmática, nivel que a través del constante quehacer y la búsqueda de expresión, logra compensar; sobre todo en su libro “Diálogo con un orfebre”, que a nuestro criterio es el mejor que ha escrito.
En la estructura poética de Dante Lecca existen dos planos que se enlazan de diferentes maneras y que siempre están presentes con la misma jerarquía de la intencionalidad comunicativa. Estos planos son el yo interior y la realidad objetiva.
En sus descripciones poéticas lo cinético, junto a las persuasiones cromáticas y panteístas, actúa como un catalizador de su visión interna. La asunción de una actitud observadora no excluye los juicios internos que le determinan su propia apreciación de la vida
Su poesía transita con una dinámica que se traslada rápidamente de visión en visión, con una consistencia sustentada en la objetividad y la configuración de un lenguaje que disloca lo concreto para abarcar su interioridad. De esta manera la acumulación de imágenes, de sentimientos, de espacios y de tiempo, se asume o se otorga con intensidad
Uno de los poemas que se centran en una realidad concreta, es “Antioda a la prosperidad”, donde a manera de contraste implícito, introduce la situación de abandono de Chimbote. Este poema tiene relación conexa con “Hablan de una ciudad”, donde asume la pasividad social arraigada, que es uno de los signos más saltantes de nuestro puerto y que él lo visualiza y lo asume personalmente. De igual manera, Chimbote se caracteriza por su mar, el cual le ha otorgado una especificación laboral y un modo de vida; por tal razón, lo toma como un elemento recurrente y significativo, tanto a nivel personal como a nivel humano.
Dante Lecca también expone su interioridad con imágenes que describen su recorrido existencial. Dejándonos en esencia su constante lucha ante la soledad, su encuentro con el destino adverso, su reflexión ante el mundo; pero también su pasiva aceptación de la realidad
De esta diversidad vivencial, lo amoroso se percibe como una constante búsqueda entretejida entre la soledad y la libertad. La frustración sentimental marca en él una de las líneas motivadoras de gran fuerza que se concretiza en un lirismo sensual que traspasa hacia lo erótico, que trasunta la voluntad de vivir, la energía del desahogo de una vida con deseos de una calma existencial, que subsista más allá del acondicionamiento social
Finalmente en “Balada de la tribu”, hay que señalar el gran aliento de sus versos y la demostración de su madurez poética, contiene una visión histórica y la concepción personal y social del proceso de la conquista y dominación de nuestro país, en el cual se juzga también la conciencia mítica y la concepción objetiva. La conjugación del pasado y del presente determinan los vasos comunicantes de una realidad que suscribe al hombre en un contexto de reinserción histórica y que deja implícitamente abierta las puertas para la adopción de una posición.
En base a todo lo expuesto, podemos afirmar que Dante Lecca es uno de nuestros poetas significativos. Su poesía determina necesariamente un punto de referencia en el conocimiento de nuestra literatura, pues, marca dentro de ella una variante clara y definida que cristaliza esa simbiosis entre literatura y sociedad y que se hace importante en la exaltación del espíritu en la cotidianidad de la vida.
La década del 80 es la que va a incidir en él de manera determinante. En esos años Chimbote sigue siendo un puerto que gira económicamente en torno a la pesca y a la siderúrgica, el comercio y los talleres mecánicos. La desocupación, la veda, la migración, las huelgas se siguen dando como una constante intermitente. Aquí es donde su diversidad laboral, su destino errante, su experiencia sentimental, su tendencia política y su sensibilidad le permiten concretar una poesía que se ajusta a un post-vanguardismo tendiente hacia una representación objetiva del hombre con sus acciones y sus circunstancias; siendo por ello uno de los pocos poetas chimbotanos que toman a este puerto, con sus implicancias sociales y geográficas como el eje temático de su creación, ahí están presentes la fábrica, los obreros, el muelle, el mar, la ciudad, su gente, el arrabal; con todas sus aristas de discriminación, explotación y modos de supervivencia, haciendo uso de la opción que le otorga la crónica, la anécdota, la descripción con un coloquialismo que a veces asume lo hímnico y lo épico, y en donde lo lírico también se suma a la búsqueda de optar por el rompimiento de un tradicionalismo poético, al tratar de introducir un lenguaje más asequible al lector. Su voz trata de ser contestataria y reflejar una atmósfera urbano-marginal con una actitud política definida que lo lleva a plasmar una poética en donde a veces sobresale los aspectos conceptuales tornándola superficial y dogmática, nivel que a través del constante quehacer y la búsqueda de expresión, logra compensar; sobre todo en su libro “Diálogo con un orfebre”, que a nuestro criterio es el mejor que ha escrito.
En la estructura poética de Dante Lecca existen dos planos que se enlazan de diferentes maneras y que siempre están presentes con la misma jerarquía de la intencionalidad comunicativa. Estos planos son el yo interior y la realidad objetiva.
En sus descripciones poéticas lo cinético, junto a las persuasiones cromáticas y panteístas, actúa como un catalizador de su visión interna. La asunción de una actitud observadora no excluye los juicios internos que le determinan su propia apreciación de la vida
Su poesía transita con una dinámica que se traslada rápidamente de visión en visión, con una consistencia sustentada en la objetividad y la configuración de un lenguaje que disloca lo concreto para abarcar su interioridad. De esta manera la acumulación de imágenes, de sentimientos, de espacios y de tiempo, se asume o se otorga con intensidad
Uno de los poemas que se centran en una realidad concreta, es “Antioda a la prosperidad”, donde a manera de contraste implícito, introduce la situación de abandono de Chimbote. Este poema tiene relación conexa con “Hablan de una ciudad”, donde asume la pasividad social arraigada, que es uno de los signos más saltantes de nuestro puerto y que él lo visualiza y lo asume personalmente. De igual manera, Chimbote se caracteriza por su mar, el cual le ha otorgado una especificación laboral y un modo de vida; por tal razón, lo toma como un elemento recurrente y significativo, tanto a nivel personal como a nivel humano.
Dante Lecca también expone su interioridad con imágenes que describen su recorrido existencial. Dejándonos en esencia su constante lucha ante la soledad, su encuentro con el destino adverso, su reflexión ante el mundo; pero también su pasiva aceptación de la realidad
De esta diversidad vivencial, lo amoroso se percibe como una constante búsqueda entretejida entre la soledad y la libertad. La frustración sentimental marca en él una de las líneas motivadoras de gran fuerza que se concretiza en un lirismo sensual que traspasa hacia lo erótico, que trasunta la voluntad de vivir, la energía del desahogo de una vida con deseos de una calma existencial, que subsista más allá del acondicionamiento social
Finalmente en “Balada de la tribu”, hay que señalar el gran aliento de sus versos y la demostración de su madurez poética, contiene una visión histórica y la concepción personal y social del proceso de la conquista y dominación de nuestro país, en el cual se juzga también la conciencia mítica y la concepción objetiva. La conjugación del pasado y del presente determinan los vasos comunicantes de una realidad que suscribe al hombre en un contexto de reinserción histórica y que deja implícitamente abierta las puertas para la adopción de una posición.
En base a todo lo expuesto, podemos afirmar que Dante Lecca es uno de nuestros poetas significativos. Su poesía determina necesariamente un punto de referencia en el conocimiento de nuestra literatura, pues, marca dentro de ella una variante clara y definida que cristaliza esa simbiosis entre literatura y sociedad y que se hace importante en la exaltación del espíritu en la cotidianidad de la vida.